En el curso 2016-2017 desde el gabinete psicopedagógico ya hemos puesto en marcha el programa de estimulación del lenguaje oral para los alumnos de todos los cursos de la etapa de Infantil.
Enmarcado en el área de español, nuestros niños participan en las sesiones de estimulación con carácter semanal. El objetivo es desarrollar habilidades fundamentales para la adquisición de las destrezas lectoras y escritoras posteriores como son: una buena discriminación auditiva, buena conciencia fonológica y léxica, buenas praxis respiratorias y una correcta articulación.
Módulos que trabajan en cada sesión:
Respiración
Conocer y practicar cada uno de las distintas partes del ciclo respiratorio.
Soplo
Soplo nasal y bucal atendiendo a tres aspectos: intensidad, duración y direccionalidad.
Praxias fonoarticulatorias
Realizar ejercicios de praxias con labios, lengua y mandíbula, así como gestos faciales, utilizando muecas con la cara, ojos, frente, etc.
Discriminación auditiva y conciencia fonológica
Realizar ejercicios de percepción y discriminación auditiva de sonidos y ruidos realizados por el propio cuerpo, de la naturaleza, del ambiente escolar, del hogar, la calle, de animales, de palabras con pares de fonemas próximos etc.
Desde el ámbito familiar, para estimular el lenguaje oral de nuestros hijos podemos poner en marcha prácticas muy sencillas y que ayudarán al desarrollo de esta faceta:
- Favorezca la necesidad de hablar. Hable con su hijo, interésese por sus cosas.
- Escúchele atentamente (aunque no entienda bien lo que diga).
- NO imite la forma de hablar de su hijo y evite que sus familiares más cercanos lo hagan. Los niños aprender fundamentalmente por imitación. En muchas ocasiones nos parece graciosa pero debemos ofrecerle patrones de habla correctos que le permitan avanzar. No consiste en regañarle cuando diga una palabra mal, ni corregirlo todo, sino en aportarle un buen vocabulario. Pronunciar bien las palabras y evitar el abuso de los diminutivos.
- Nombre o enumere los diferentes objetos y acciones cuando le ayude a vestirse, a asearse y en todas las tareas de la vida cotidiana.
- Explíquele para qué sirven los diferentes objetos con mensajes cortos y claros.
- Aproveche para enseñarle las partes del cuerpo durante el baño, ayúdele a observar lo que hay alrededor por ejemplo con el juego del veo, veo.
- Comience por darle instrucciones sencillas de una sola orden que pueda cumplir y luego, progresivamente según su edad o desarrollo, las complicaremos más. Por ejemplo, comenzamos por una instrucción de una sola orden “dame la servilleta, por favor”, que está colocada en la mesa, visible para el niño; para paulatinamente pasar a “ve a la cocina, abre el cajón, coge una servilleta y tráemela, por favor”. Esta última instrucción tiene cuatro órdenes diferentes y es de mayor complejidad.
- Lea con su hijo cuentos con grandes ilustraciones. Muéstreselas mientras lee y señale los objetos, personajes, lugares que aparecen en las láminas mientras le cuenta la historia. Luego pregúntele por los datos que recuerde.
- Ver fotos de la familia con nuestro hijo es una buena actividad. Le ayudaremos a reconocer a los miembros de la familia o amigos más cercanos, aprender sus nombres, y añadir datos sobre sus profesiones, lugares donde viven, etc.
- No le quite a su hijo la “palabra de la boca”. No le corte o le interrumpa cuando cuente algo. Respete su ritmo personal. Deje que lo intente, tenga paciencia. Hágale preguntas para llegar a esa palabra, expresión o frase que no sabe decir, que conoce pero no encuentra en ese momento es su cabeza y que hace que se atasque.
- Pero sobre todo, háblele, pregúntele en un tono, volumen y ritmo adecuados y evite muchas horas delante del ordenador, televisión, consolas.
- Debe consultar con su pediatra la edad recomendada para tomar los alimentos no triturados (suele ser sobre los 18 meses). Masticando desarrollará la musculatura de la boca.
- Habitúe a su hijo a saber escuchar. Si en una conversación usted no lo interrumpe cuando habla, él también debe esperar a que usted termine para hablar.
- Y acostúmbrele a que mire a los ojos de la persona que habla.