Nuestro Colegio ha colaborado económicamente con esta asociación de sordociegos.
Fue uno de los grandes descubrimientos del curso 2015-2016: una sola visito bastó para darnos cuenta de la dura realidad de las personas con estas discapacidades.
Tantas personas con sordoceguera que no podían acceder a servicios, especialmente aquellas que necesitan un centro residencial, por fin tienen un referente en España (el único que hay): el Centro Santa Ángela de la Cruz.
Para el presente curso 2016-2017 tienen previsto colaborar con nuestra Feria de las Artes mostrándonos sus creaciones artesanales de los distintos talleres que llevan a cabo.Los primeros pasos se pudieron dar gracias a la generosidad de la asociación sevillana “Paz y Bien”, que renunció en favor de Apascide a la finca conocida como “El Almuédano”, situada en Salteras. La finca (de 5.400 m2) es propiedad del Arzobispado de Sevilla, que la cedió para su transformación en centro residencial para sordociegos.
El centro quedaba acreditado para su apertura a mediados de septiembre de 2010 y el 26 de octubre de ese mismo año fue inaugurado oficialmente por S.M. la Reina Dña. Sofía.
Gracias al esfuerzo constante y a la ayuda de muchos -especialmente el Ministerio de Sanidad y la Junta de Andalucía- se pudo construir el primer centro residencial de adultos con sordoceguera. El objetivo más ambicioso de este centro es ofrecer soluciones ocupacionales y residenciales para todos los casos que lo requieran, así como soporte para aquellos que puedan ocupar un puesto de trabajo y vivir de forma independiente.
Las personas con sordoceguera necesitan una atención uno a uno. Para comunicarse generalmente se utiliza lenguaje de signos, muchas veces lenguaje de signos apoyado, con lo cual el profesional toma las dos manos del residente y hace con sus manos los signos de forma que el residente percibe los movimientos y la posición de las manos de su interlocutor. Esto solo sería suficiente para explicar por qué hace falta tanto personal. Pero no sólo se trata del lenguaje, sino de una comunicación total.
El objetivo que persiguen es conseguir la máxima autonomía y el máximo desarrollo personal.
Y para ello disponen de:
- 25 plazas de la residencia. Este colectivo nunca había tenido este recurso y es el más necesitado.
- 21 plazas de estancia diurna son también para personas con sordoceguera, pero están abiertas a otras personas con déficit visual o auditivo y graves problemas de comunicación.
Los talleres que se realizan son:
- Informática y lectoescritura
- Cerámica
- Mimbre y textil
- Habilidades de la vida diaria
- Gimnasio y piscina
- Huerto ecológico