Este completo juego aporta numerosos beneficios para los niños. Por un lado, estimula su creatividad construyendo un circuito por el que deberá moverse el ratón robot. El circuito incluye obstáculos, puentes e incluso un pedacito de queso que es la recompensa u objetivo a alcanzar.
Por otro lado, los niños deben programar a Colby introduciendo una secuencia de órdenes para conseguir que se mueva por el circuito él sólo. Para ello, usarán hasta 30 cartas de código de doble cara para definir las direcciones y giros que deberá efectuar.Se trata de una actividad ideal para que los niños en Infantil aprendan las bases de la codificación. Además, les encanta programar la secuencia y observar cómo Colby recorre el laberinto para encontrar el queso.
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