Y de repente en los colegios ya no hay problemas de convivencia; todo se ha vuelto bullying.
En absoluto minusvaloro el bullying; al contrario, lo tomo tan en serio que no lo reduzco a “moda” y por eso tampoco lo sobredimensiono. Tomado en su raíz, el bullying no es el problema sino el síntoma de otro mal, que se refleja en los colegios pero nace fuera de ellos, en la sociedad, en la familia...
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