El trepidante progreso de la tecnología hace que el conocimiento recién nacido se vuelva rápidamente obsoleto y que el mercado laboral sea una incógnita.
Y nunca la escuela estuvo tan en crisis y desorientada como lo está hoy
La incesante innovación educativa que zarandea a la escuela es un caballo desbocado que no encuentra su agalma.
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